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HISTORIA DE HUELMA

Huelma se encuentra en la comarca de Sierra Mágina, en el curso alto del Guadalquivir, más concretamente en el valle del Jandulilla. Este rio excava un pasillo que comunica transversalmente la Subbética con el Surco Intrabético, poniendo en contacto las campiñas de Úbeda y Baeza con el interior del reino de Granada. El territorio de Huelma siempre ha estado ocupado por una u otra población. Tenemos, entre otros, restos de la Edad de Cobre en la Cueva de Guadalijar, íberos en el cortijo de “El Pajarillo”, romanos en Ruicerezo, en la Fuente de la Peña… o incluso visigodos. Pero la información es escasa y no se le ha dedicado, quizá, el tiempo suficiente a su estudio. El periodo del que sí hay numerosos datos es el de la dominación árabe, cuando, en torno al s. XIII, Huelma se convierte en territorio de frontera, de gran relevancia hasta su conquista.

 Los árabes que entraron en la Península Ibérica en el S VIII, el año 711 d.C., eran del Norte de África, y fueron ocupando la península sin encontrar una gran resistencia por parte de los autóctonos del lugar, que no eran otros que los hispano-visigodos. Hasta el siglo X, los árabes crearon el Emirato y posterior Califato de Córdoba y fueron ocupando los núcleos urbanos y las zonas de sierra, bastante más complicadas de acceder, quedaron en manos de la población hispano-visigoda que huyó de las ciudades para refugiarse en las montañas. Los árabes que llegaron a estas zonas se integraron plenamente con los autóctonos pues en el pasado habían formado parte del imperio romano, con lo cual compartían algunas costumbres. En el año 1030 el califato se descompuso debido a las luchas internas y vinieron a la península nuevas tribus árabes: los Almohades y los Almorávides, menos romanizados y más ortodoxos que los árabes de la península. Estos sí llegaron a las montañas y se introdujeron en las poblaciones cambiando el modo de vida hacia uno islamizado. Esto produjo que durante los siglos XI, XII Y XIII, la islamización fuera un hecho en nuestra zona.

 En estas fechas, muy posiblemente, Huelma estaría organizada en torno a un pequeño Hisn, pequeña fortaleza que servía de abrigo, en unos casos o para mantener algún pequeño regimiento en otros. En torno a él habría toda una serie de alquerías que darían cobijo y trabajo a los habitantes de la zona. De esta época data, muy posiblemente, la Necrópolis musulmana descubierta recientemente en la calle Carrera, situada en la Plaza Nueva. También de esta época es la Torre almohade que se haya dentro del castillo de Alburquerque, de la que siempre se ha pensado era un aljibe.

A partir del siglo XIII todo cambia con la victoria por parte de los castellanos en la batalla de las Navas de Tolosa, con Alfonso VIII a la cabeza. Los cristianos se introducen en tierras de Jaén, expulsando a los musulmanes de sus tierras y viviendas conforme iban avanzando en la conquista, dejando la zona con un poblamiento mermado y escaso. Todo esto desencadenó en múltiples luchas entre cristianos y musulmanes, principalmente a nivel urbano, quedando las zonas de sierras en manos musulmanas. Del S XIV y XV datan los castillos por antonomasia de la zona: los de Bélmez, Solera y Huelma, de iniciativa nazarí. Conformándose Huelma y las poblaciones de sierra cercanas como un territorio de frontera muy importante para la conquista del reino de Granada.

  Ya en 1243 Fernando III cedió los castillos de Bélmez y Huelma al Concejo de Baeza “si los podéis tomar o conquistar, tenedlos como heredad y término…” Con posterioridad a esta fecha debió ser conquistado el castillo de Huelma porque hay noticias de su reconquista por los benimerines en 1245. Hasta 1435 hay diferentes noticias de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, culminando los enfrentamientos con el intento de conquistar Huelma por parte del obispo de Jaén, Don Gonzalo de Stúñiga, junto a Don Fernando Álvarez de Toledo, Capitán Mayor de la Frontera en estos momentos, aunque el éxito no los acompañó en su empresa.

 En 1437 es nombrado Capitán Mayor de la Frontera, Don Iñigo López de Mendoza, quien vino acompañado de sus hijos Iñigo y Pero y fue el encargado de sitiar y conquistar el castillo de Huelma.

Don Iñigo López de Mendoza, con ayuda de Jaén y las ciudades fronterizas pone sitio al castillo. En un principio hubo negociaciones con el Alcayde de la fortaleza, pero al correrse la voz de que tropas de Granada venían en socorro de los sitiados, estas se rompen. Al descubrir que esto no era cierto Don Iñigo recrudece la batalla y tras un asedio de cuatro días el castillo se rinde junto con la villa. Los vencidos pudieron marchar solo con lo puesto hacia las villas de Cambil y Alhabar. Puesto que tanta gente había ayudado, hubo disputas sobre que bandera entraría primero. Iñigo López de Mendoza “tomó todas las banderas y haciéndolas un haz, así juntas las mandó meter en la villa”. Hasta la conquista de Cambil, Huelma; siguió siendo un bastión importante, pero ahora, para los cristianos.

 Tras solucionar el problema con Baeza, la tenencia de la villa y castillo de Huelma pasa al marqués de Santillana. El 30 de mayo de 1462, don Diego Hurtado de Mendoza, II marqués de Santillana, solicita al rey, Enrique IV, que le autorice la cesión de la tenencia y sueldos de la villa y castillo de Huelma a don Beltrán de la Cueva, conde de Ledesma porque se va a casar con su hija Mencía, a lo que el rey accede un año después. (8)

Beltrán de la Cueva traspasó la villa de Huelma a su padre, don Diego de la Cueva, quien la recibió en calidad de vizcondado por Enrique IV. Con la muerte de don Diego Huelma vuelve a manos de Beltrán de la Cueva en 1472, recibiendo el título de conde de Huelma en 1474. La villa de Huelma y su castillo queda vinculada desde entonces al patrimonio de los duques de Alburquerque y su descendencia directa hasta el s.XIX, cuando es comprado por doña Luisa Brú y Lassus, marquesa viuda de Comillas. Entre 1954 y 1957, el castillo, es comprado don Bernardo Moreno Quesada y este mismo, el 23 de Abril de 1988, (quinientos cincuenta años después de su conquista por el marqués de Santillana) lo dona al pueblo de Huelma. El 20 de Mayo de 1971 fue declarado Conjunto Histórico Artístico de la Villa de Huelma.

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